Cuando se quiere realizar alguna remodelación, sea del tipo que sea, se debe realizar previamente un estudio o análisis del proyecto que se quiere llevar a cabo y, finalmente, tras el estudio realizado, valorar el desarrollo o no del proyecto.
El objetivo principal del análisis de la viabilidad de un proyecto es garantizar que este sea técnicamente factible, económicamente justificable y, por supuesto, funcional. En pocas palabras, saber si la inversión que se va a realizar va a ser o no favorable.
Una vez hecho nuestro listado de viabilidad del proyecto, podemos empezar a planear y hacer un cronograma de los cambios que queremos implementar,
Así podremos recurrir a los profesionales que serán nuestros aliados y compañeros en esta misión. La idea aquí es cotizar lo que tenemos en mente, elaborar en conjunto un diseño que se ajuste a nuestras ideas y presupuesto, tomando en cuenta todos los detalles de funcionamiento y necesidades.
Al final de esta etapa contaremos con un diseño plasmado en renderizados que nos permitan visualizar el terminado de nuestro proyecto, así como planos que nos indiquen todo el proceso a seguir desde el inicio hasta el final.
El Presupuesto es el cálculo muy aproximado de la valoración de todo lo que tiene que ver con cada una de las actividades, por ejemplo, valor de mano de obra, costo de materiales, equipos, herramientas menores, etc; con el fin de establecer un valor final del proyecto muy cercano al real.
La Programación es la determinación de los tiempos de realización de las distintas actividades que comprende el proyecto, y la coordinación de estas, a fin de poder calcular la duración total.
Para este punto tenemos que contar con los elementos de seguridad, y de protección para realizar todas actividades, ejemplo: casco, chalecos, gafas, guantes, botas overoles entre otros. Si es necesario realizar trabajos en altura, también todos sus elementos y certificados.
Es recomendable realizar un corte de obra conforme al avance y resultados, verificando las actividades ejecutadas, así podrás realizar los pagos de acuerdo al avance de la obra, sobre todo para actividades como: mano de obra, suministro de materiales, equipo y herramienta, etc.
Al finalizar todas las etapas anteriores sólo queda la revisión final, hazlo verificando que se hayan cumplido las especificaciones de los diseños realizados como te lo indican los planos y renderizados, y de todos los elementos y documentos del proyecto.
El mantenimiento preventivo o rutinario es aquel que se realiza de manera anticipada con el fin de prevenir el surgimiento de averías en instalaciones o daños en la construcción. El principal objetivo del mantenimiento es evitar o mitigar las consecuencias, que garanticen su buen funcionamiento y estabilidad.
Beneficios de implementar un plan de mantenimiento preventivo:
Evitar fallas o averías graves con reparaciones costosas
Reducir los riesgos que ocasiona el mal funcionamiento
Alargar la vida útil de la construcción
Mejorar las condiciones de habitabilidad
Disminuir costos del mantenimiento
Optimizar los recursos (mano de obra, repuestos, servicios, etc)
El mantenimiento correctivo o no rutinario es aquel que corrige los defectos observados en los elementos de la construcción o instalaciones, es la forma más básica de mantenimiento y consiste en localizar fallas, daños, averías o defectos para corregirlos o repararlos, el mantenimiento correctivo consiste en reparar aquello que estaba averiado o en mal funcionamiento.
Este mantenimiento que se realiza luego que ocurra una falla, daño, avería o defecto en la construcción que por su naturaleza no pueden planificarse en el tiempo, presenta costos por reparación, corrección, reforzamiento y repuestos no presupuestados, pues puede implicar el cambio total o parcial de algunos elementos o piezas del área inspeccionada, siendo muy común los trabajos elaborados de forma incorrecta o por falta de supervisión.